El pie es un importante regulador de la postura. Nos informa de la posición del cuerpo en relación al suelo. Es por eso, que nosotros, posturólogos, mediante unas plantillas posturales, conseguimos manipular la postura mejorando así diferentes dolencias derivadas de una mala posición.

Por ejemplo: dolores de espalda como cervicales, dorsales o lumbares, cansancio de piernas, dolores de rodillas, cadera, tobillos etc.

Las plantillas posturales son muy finas, ya que actúan a nivel propioceptivo, de 1-3 mm, lo que nos permite utilizar el mismo calzado habitual.

Cuando un paciente no pisa bien, se produce una mala posición del cuerpo entero, lo que produce diferentes tensiones en toda la musculatura corporal. Es por eso que realizamos un examen exhaustivo de la postura, tanto con tests manuales como con plataforma de presiones y estabilométrica, para determinar el tratamiento individualizado para cada paciente. Consiguiendo así una mejora importante en la postura, lo que nos ayuda a mejorar los síntomas y a prevenir la aparición de distintos dolores que podrían ir surgiendo con el paso del tiempo.

¿Por qué acudir a realizarse unas plantillas posturales?

¿Por qué considerar un estudio de pisada y plantillas posturales?

La primera consulta de un individuo que busca un análisis postural y la eventual confección de plantillas posturales puede tener diversas razones:

• Visita para una evaluación de la pisada y postura sin molestias aparentes.
• Sensación de una pisada incorrecta, aun sin dolor presente.
• Presencia de dolores en áreas como pie, tobillo, rodilla, cadera o espalda.
• Identificación de asimetrías corporales, como hombros desalineados o una cadera más alta.
• Deformidades en los pies, como juanetes o dedos en martillo.
• Preocupación de los padres por signos en niños, como la apertura excesiva de los pies o caminar de manera torpe.
• Derivación por parte de profesionales de la salud, como traumatólogos, osteópatas o fisioterapeutas.